Aspectos clave:

Durante la primera quincena de mayo los mercados cedieron ligeramente ante los mensajes pesimistas de los Bancos Centrales y una batería de datos macro en mínimos históricos. Sin embargo, en el tramo final del mes se apreciaron subidas fuertes gracias al optimismo generado por el sector farmacéutico y el gran número de vacunas y medicamentos que hay actualmente en desarrollo. Además, muchas economías iniciaron procesos de reapertura sin apreciarse un repunte en el número de contagios lo que impulsó el apetito por el riesgo de los inversores.

En Europa, uno de los principales catalizadores alcistas fue el plan de reconstrucción para ayudar a los países y sectores más afectados por el coronavirus. En un primer lugar, Merkel y Macron, de forma unilateral anunciaban su propuesta de 500.000 millones de euros en subvenciones. Finalmente, en la última semana de mayo el Eurogrupo amplió la cifra definitiva hasta 750.000 millones combinando subvenciones y préstamos. El mercado valoró positivamente este primer acercamiento a mutualizar deuda conjuntar en Europa.

El recrudecimiento de las tensiones entre Estados Unidos y China fue uno de los elementos más destacados del mes. El presidente norteamericano responsabilizó directamente a China de la expansión mundial del Covid-19. Además, retornaron los conflictos comerciales entre ambos países, poniendo Trump trabas a las compañías tecnológicas de China mientras que el gobierno de Xi Jinping ha reducido considerablemente el volumen de compras agrícolas comprometidas.

Destacó la importante recuperación experimentada por el petróleo. El mayor optimismo generalizado y los procesos de reapertura económicos impulso a la commodity que se anota un +88,38% en mayo para su referencia WTI y cotizando ya por encima de los 35$ por barril.

Cada vez son más las encuestas que pronostican que el candidato demócrata Joe Biden podría ganar las elecciones norteamericanas.

El Tribunal Constitucional Alemán puso en duda la proporcionalidad del programa de compras de deuda ejecutado por el Bundesbank y diseñado por el BCE. El tribunal alemán da un plazo de 3 meses al BCE para que justifique las compras realizadas y siembra dudas nuevamente sobre el programa de estímulos monetarios de la institución europea.

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