Aspectos Clave:

Los mercados comenzaron el año con subidas, continuando con la tendencia alcista vista durante el ejercicio anterior. El hecho de que USA y China confirmasen la firma de la Fase 1 de su acuerdo comercial a mediados de enero animó a los inversores. Sin embargo, dos eventos incrementaron la volatilidad de forma notable, llegando a borrar las ganancias conseguidas e incluso situando en el terreno negativo a los índices europeos.
El 3 de diciembre Estados Unidos atacó con drones el aeropuerto de Bagdad acabando con la vida del general iraní Soleimani. El temor a represalias duras por parte de Irán repercutió en fuertes caídas para todas las bolsas. Tras el ataque de varias bases estadounidenses en Irak sin causar bajas, Trump descartó nuevas acciones militares lo que calmó a los mercados.
El principal protagonista de enero fue el coronavirus. A medida que se fueron conociendo noticias sobre la enfermedad las bolsas comenzaron a ceder. El miedo a poder estar delante de una epidemia global que reduzca el crecimiento del PIB provocó episodios de ventas importantes para las bolsas. La declaración de alerta internacional por parte de la OMS llevó a los índices mundiales a marcar sus mínimos del mes.
El hecho de que la bolsa de China permaneciese cerrada por la celebración del Año Nuevo Lunar, evitó males mayores en los mercados. Los índices norteamericanos a excepción del Nasdaq cerraron el mes completamente planos. Los europeos por su parte, acabaron enero con caídas. Los datos macro conocidos en Europa sorprendieron negativamente, destacando las cifras de crecimiento del PIB en Francia e Italia que mostraron una contracción de ambas economías durante el último trimestre de 2019.
El viernes 31 de enero el Reino Unido abandonó finalmente la Unión Europea. Sin embargo, quedan pendientes todas las negociaciones comerciales entre las dos economías, situación que tendrá una duración de 11 meses hasta la última jornada de 2020.

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