Aspectos Clave:

Durante los primeros compases de febrero se apreció una clara recuperación de las bolsas tras las caídas vistas a finales de enero por la expansión del coronavirus en China. El mercado asimiló en un primer momento que la epidemia implicaba un riesgo local y concentrado en China. Con este escenario, las compras volvieron a la renta variable y la bolsa alemana y norteamericana consiguieron registrar nuevos máximos históricos.

A medida que la curva de infectados decrecía en China se conocieron nuevos focos en Corea del Sur e Irán. El punto de inflexión vino representado por el foco en Italia. El lunes 24 de febrero comenzó una fuerte espiral de ventas ininterrumpidas a nivel global llevando a las bolsas a importantes descensos mensuales.

Los inversores entraron en modo pánico vendedor sin que se diesen rebotes técnicos en ninguna jornada. Destaca la nefasta sesión del jueves 27 de febrero en la que el Dow Jones experimentó la mayor bajada en puntos de su historia. Por su parte, el S&P-500 no sufría un descenso tan rápido desde el estallido de la crisis en 2008.

Los datos macroeconómicos conocidos comenzaron a mostrar los efectos del Covid-19. El índice PMI Oficial de China cayó a su nivel mínimo histórico en 35,7 puntos desde los 50 anteriores mostrando un muy profundo nivel de contracción.

Otro de los grandes afectados fue el crudo. La expectativa de una caída fuerte en la demanda de petróleo llevó al barril de WTI a marcar un mínimo en los 43,43$ lo que implica una caída del 28,55% para el presente ejercicio.

El mercado espera una actuación conjunta de los principales Bancos Centrales. La institución china ha iniciado varias medidas de estímulo para compensar los efectos del coronavirus en su economía. Por su parte, se descuenta que la Fed rebajará tipos nuevamente en marzo y llevará a cabo dos reducciones más durante 2020.

Clica sobre la imagen para ver el informe completo: