Aspectos Clave

Las bolsas mundiales registraron descensos generalizados el pasado mes de abril. La renta variable
mundial continuó con el retroceso que lleva globalmente este 2022, con el MSCI All Country World Index
cayendo un -8,0% durante el mes. Las bolsas americanas lideraron la caída. El NASDAQ cayó un -13,50%
y el S&P 500 un -9,11%.

La renta fija también se vio sometida a una fuerte presión y los bonos globales cedieron un -5,5% en abril
ya que las tires del 10 años norteamericano se acercaron al 3%. La previsión sobre la evolución de la
política monetaria ha cambiado significativamente este año. Los mercados están descontando los tipos
tanto en Estados Unidos como en el Reino unido superiores al 2%. Para la Zona Euro se esperan las
primeras subidas de tipos en la segunda mitad de 2022.

La guerra en Ucrania continúa latente en la actualidad y tampoco se ven acercamientos a una posible
paz entre ambos bandos. Las sanciones a Rusia se han incrementado a lo largo de todo el mes. Por su
parte, Estados Unidos ha confirmado que van a liberar 180 millones de barriles de petróleo de sus
reservas, la mayor liberación de crudo de la historia de USA.

La espiral inflacionista prosigue aumentando a nivel global. Por lo que respecta a Estados Unidos, en
abril han registrado el +8,5%, el nivel más alto desde 1981. El mercado ha descontado que las próximas 3
reuniones de la FED, la reserva federal va a subir 50 pb en cada una de ellas. Por lo que respecta a
Europa, el IPC en España el pasado mes de abril se situaba en +8,4% mientras que en Alemania
alcanzaba el +7,8%.
Respecto a las materias primas, abril se mostró volátil en el mercado del petróleo, que cierra
nuevamente el mes en positivo. Los esfuerzos de algunos países, liberando barriles de los inventarios se
han visto enfrentados a una expectativa baja de demanda debido al parón económico en China por el
COVID. El brent sube un +1,33% mientras que el WTI lo hace un +4,4%. En cuanto a los metales, el oro
baja un -2,10% en abril y se sitúa en el +3,8% en el año.

La situación de la COVID-19 en China sigue siendo delicada. Las autoridades chinas, que han
controlado la epidemia durante la mayor parte de los últimos 2 años, tratan de contener un brote de
gran magnitud. Shanghái permaneció todo el mes de abril en un confinamiento total y el mercado se
debilitó aún más a finales de mes, al conocerse las medidas de contención por parte de Pekín. Esta
situación hizo que el índice MSCI China retrocediera un -4,1% en todo el mes. Las valoraciones de las
acciones chinas con respecto a los mercados desarrollados se sitúan en estos momentos a niveles vistos
por última vez en 2015.